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Un dolor interminable: familiares de desaparecidos marcharon en Valdivia

Por Pablo Santiesteban / 15 de octubre de 2025 | 18:45
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Casos de extraviados siguen apuntando a la labor de la justicia y que sigue en silencio. Han pasado 5, 20 y hasta 30 años y las familias siguen sin respuesta.
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¿Se imagina cómo debe ser que uno de sus seres queridos desaparezca y no vuelva a saber nada más de él? 

Ese mismo desconcierto es lo que pasa por la mente y corazones de los familiares de conocidos casos de desaparecidos como lo son Roger Lampert y Carlos Millán en Valdivia, Rosa González de Llifén, Patricio Muñoz de Reumén o Julia Chuñil en Máfil.

Son varias familias que han desfilado por tribunales, algunas incluso 10, 20 y hasta 30 años, sin saber nada, sin tener siquiera una tumba para rendir homenaje, cansados, desesperados, enojados y hasta desilusionados con la justicia.

Este miércoles 15 la Agrupación de Extraviados de la Región de Los Ríos llamó a una nueva manifestación en Valdivia, saliendo desde el Terminal de Buses hasta la Plaza de la República y una vez más visibilizaron los rostros de sus seres queridos desaparecidos y, de paso, la sensación de total indefensión y abandono que sienten.

Hay aspectos que son comunes en cada caso, aseguran los integrantes de la agrupación, tal como que muchos expedientes permanecen cerrados o en reserva o en el que ya no se realizan nuevas búsquedas por la cantidad de años que han desaparecido sus familiares, como es el caso de Rosa González, que se perdió en Llifén hace 30 años en extrañas circunstancias y cuya hija, ahora ya adulta, aún sigue buscando.

La marcha fue para exigir justicia, transparencia y que se mantenga el interés por aquellos que han desaparecido.

Corina Sandoval, hermana de Patricio Muñoz. Crédito: Grupo DiarioSur.

Un sospechoso libre

Corina Sandoval Marabolí es hermana de Patricio Muñoz Marabolí, desaparecido el 28 de enero de 2023 en Reumén, fecha desde la que nunca más ha sabido de la suerte de su familiar.

“La gente se cansa de escuchar siempre lo mismo: estamos trabajando y se quedan con esa esperanza y no es así, ellos no están trabajando. No les creo. Llevamos dos años y nueve meses esperando“, expresó.

Corina Sandoval suspiró profundamente al ser consultada cómo se vive la interna familiar con un ser querido desaparecido. 

“Yo ya tengo dos hermanos muertos y el único hermano que me queda tiene un cáncer avanzado. No hay una pastilla que te calme tu dolor, tu pena. No tengo una palabra de aliento para mis papás que se están quedando solitos. Soy el único pilar. Mi día a día lo vivo con Dios y con la gente que me da ánimo“, manifestó.

“¿Por qué tanta agonía para los familiares señores fiscales? Dennos una esperanza para creer en la justicia. Apóyennos, no sólo a los ricos“, dijo con vehemencia y criticó el accionar de la Fiscalía.

La familiar de Muñoz Marabolí aseguró que la justicia dejó libre al principal sospechoso. “Si no hay cuerpo no hay delito dijeron y dejaron libre al sospechoso que reconoció en un llamado telefónico que él había matado a mi hermano ¿de qué estamos hablando?“, se pregunta.

20 años de dolor

Uno de los casos más bullados de desaparecidos es el del estudiante universitario Carlos Millán que el pasado 1 de octubre cumplió 20 años sin conocer su paradero.

La familia viaja todos los años desde Ancud a Valdivia para recordar a su hijo, un alegre joven, deportista, muy involucrado con las actividades de su carrera de Administración en Turismo. 

Fue en la celebración de un aniversario de su carrera que Carlos desapareció y nadie volvió a verlo.

Cristina Cárdenas es la madre de Carlos, una mujer que estuvo muy cercana a la información judicial del caso. Han pasado 20 años y siguen dudas respecto al accionar de la Fiscalía, en especial con un llamado a una de sus hijas que se realizó desde el Terminal y que no se investigó lo suficiente.

Añadió que desde la Fiscalía nunca se llegó a una línea investigativa para esclarecer el caso. No hay nada, todo sigue igual en los casos. 

“Las mismas respuestas que nos dieron a nosotros se las han dado a otras madres. Todas las noches recuerdo a mi hijo y me paso miles de películas de lo que pasó. Pasan los años y nosotros nos vamos quedando solos. Es muy triste“, indicó.

Para Hugo Millán, padre de Carlos, es complicado viajar a Valdivia, la ciudad donde se perdió su hijo. El progenitor sigue preguntándose por qué no se registró ni investigó la llamada realizada desde el Terminal de Buses donde una persona anónima les dijo que a Carlos lo habían asesinado. Millán cree que el fiscal regional de la época no hizo el trabajo preciso para aclarar qué ocurrió con su hijo.

Marcos González, amigo y ex compañero de Carlos, indicó que él no tenía ningún motivo para intentar quitarse la vida como se insinuó en su momento. 

Añadió que todos los 18 de octubre la familia y amigos del universitario se reúnen para celebrar un torneo de fútbol en memoria de Carlos Millán. 

“Es lamentable la situación, que no avancemos en una política pública que ayude a las familias de personas que son víctimas de desapariciones“, cerró.  Recibe nuestras noticias en: WhatsApp | Instagram | Newsletter.

Los padres de Carlos Millán llevan 20 años sin saber de su hijo. La justicia sólo guarda silencio. Crédito: Grupo DiarioSur.

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